El ojo de la cerradura
A tí, gentil caballero o dama inhumana que observas a través de la cerradura. A tí, que vives obsesionado por los secretos. Contemplas una belleza psicológica moldeada a fuerza de misterio. Como la Esfinge de Oscar Wilde. Al igual que el escritor, puede que descubras que la Esfinge, en realidad, no tiene secreto. Aunque siempre quedará la duda. Quizás real, quizás ficción. La imaginación es un arma poderosa.
entrada de Insomne a las
1:52 p. m.
8 comentarios:
Madame...¿Está segura que la Esfinge no guarda ningún secreto?.
Sí, los guarda, y si lo mereces puede develarte alguno mientras tu cuerpo duerme y la Psique viaja al antiguo Egipto, pero no olvides pronunciar los saludos de rigor y dar los siete pasos comenzando con la derecha.
La imaginación se convierte en nada cuando puedes vivirlo con conciencia, ¿no crees?.
Gemónides el loco os saluda en las horas vespertinas con una venia cortés.
Gemónides, como Morfeo no me visita, podré visitar la Esfinge del Antiguo Egipto y otros lugares increibles sin siquiera cerrar los ojos.
Cierto que vivir es mejor que imaginar. La diferencia es que la vida tiene límite. La imaginación, no.
Un abrazo de eterna vigilia.
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Madame, tiene toda la razón. Quizás mi error esté en que a veces confundo ambas realidades.
Disfrute de su vigilia insomne, la noche es su cómlice y su anfitriona.
La imaginación tiene el mismo límite de la vida, la imaginación es vida. La estructura rigurosa, el acartonamiento, no son algunas de las caras de la muerte de la imaginación? Matar el arte de una sola puñalada o ser el arte mismo como Dorian Gray. Esa belleza que perdura en el tiempo, ese trazo, esa impronta, que hace al arte eterno, aunque cambien los colores, los materiales y hasta los pintores que se apropien de un mismo sentimiento.
Soplo besos para tí, espiando a través del cerrojo.
Flaka, la imaginación es inmortal. Los que pretenden aniquilarla, convierten sus sueños en tabús o eufemismos. Y ellos se convierten en seres tristes. Si Freud levantara cabeza, no daría abasto... Un gran beso.
Gemónides, me parece que tu imagen ha desparecido. ¿Será el desvelo que me provoca imaginaciones? ¿O acaso eres tú La Esfinge?
Respondo a su venia cortés con una genuflexión, Milord.
No se, la imaginacion tiene mas años que yo.
Saludos.
No me importa el secreto que se cree se guarda, la imaginacion ya me ha dado mas de lo que me pueda otorgar esa imagen que veo entre la cerradura.
Pronto vuelvo...
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